martes, 4 de enero de 2011

Dos días algo aciagos

¿Qué será eso de "aciagos"?

Recuerdo, la primera vez que lo escuché fue en "La radiode Julia", creo, algo así como:

- VALOR para cambiar lo que puedo cambiar.
- RESIGNACIÓN para aceptar lo que no puedo cambiar y
- SABIDURÍA para distinguir una cosa de otra.

Nada fácil saber los límites. Siempre que se habla de límites, estos se diluyen ante mis ojos (¿ante los de cualquiera también?)

Esta mañana repasaba la maquetación de mi próximo librito, animada por el éxito de "El efecto reflexión" y, releyendo cosas de hace años que ya ni recordaba, me he encontrado incluso poemas colgados al comienzo de mi blog "Cualquier día es bueno para empezar". Lo he pasado bien.
Quitando este rato de madrugada, mañana tempranera, llevo un par de días floja, floja de espíritu, susceptible, tristona, de lágrima fácil, vaya... Pero me digo que la tristeza también forma parte natural de la vida, que no se puede estar siempre alegre, por mucho que una lo intente, aunque sea disimulando, haciendo "como si"... Somos humanos, nos equivocamos, nos enfadamos, reimos, lloramos. Yo también.

aciago, ga.
(Del lat. aegyptiācus [dies], día fatal).


1. adj. Infausto, infeliz, desgraciado, de mal agüero.
2. m. ant. Azar, desgracia.


Real Academia Española © Todos los derechos reservados

1 comentario:

cristal00k dijo...

Pues reivindiquemos la tristeza. Cuando se llega ahí como final de algo... es un gran punto de partida.