domingo, 13 de marzo de 2011

PEPO: Wellcome home


Ayer me trajo Asun (en adelante "Tía Asun") a Pepo. Ambas estábamos expectantes por ver su reacción. Han sido nueve meses, todo un embarazo... ¡puf! No los había contado hasta ahora. Nueve meses muy intensos, desde luego, a lo largo de los cuales la relación a distancia con mi Pepo ha ido variando. Lo contaré en un relato de nombre "Pepo", "Historia perruna" o similar.
La cosa es que ayer: escenario Parque del Oeste, día lluvioso a ratos en plan gabardina Humphrey Boggart, unos de la UGT (o algo así) con pancartas "Ayudas... no a la banca..." (no les presté atención). Pepito es algo cegato y no me veía, lo llamé y de oído anda más fino que yo, porque en ese momento me localizó y fuashhhhhh como una bala... Yo "corrí" (a mi paso) a sentarme en un banco, iba dopada de un ansiolítico, el habitual, dosis irrisoria, pero es que aguanto nada de pie. Total, Pepito se debatía entre una y otra pero al final una madre es una madre y Asun se ha convertido en su tía. Así, de repente.
Pepo se ha adaptado muy bien a su nuevo hogar, ya se sabe que los perros se atan a la persona y no a los sitios. Menos mal, porque ando ya buscando casa para reformarla a mi gusto y casi, casi, podría decir que he encontrado el chollo de mi vida, pero no lo digo porque me he tomado mucho tiempo (ahora hago así con todo) para decidir.
Tía Asun nos pasará las fotos del feliz encuentro y las colgaré.

Y al final no he hablado de Chico y Rita, el libro -precioso- descansa a mi lado, pero tengo aún diez días por delante, de modo que en algún momento le tocará.

FOTO: Asun, Pepo y yo.
Máquina de Asun, maquinista: Julieta.

No hay comentarios: