domingo, 21 de agosto de 2011

LA PRIMA COSA BELLA

Tal vez no era el momento adecuado, ni como madre ni como hija, para ver una historia así, pero me hizo mucho bien.
LA PRIMA COSA BELLA en V.O. , como me gustan las películas, es Italia. Toda ella es Italia: caos, belleza, sonrisa, risas, alegría, llanto, pasión, sensualidad, pasta con tomate, afectos y desafectos, amor; amor de pareja, amor filial, amor fraternal… Y una vez más, constatar que no hay amor más enorme y desinteresado que el amor maternal.
Está bien narrada y montada (curiosamente la foto que he escaneado no sale en la película). Ya miramos con naturalidad la variación en el tiempo del ojo del objetivo (continuo flashback), los escenarios son a cosa bella Italia (ciudad de Livorno) y el conjunto de actores bien dirigido. Sorpresa para mí: el papel de la mamma mayor es Estefania Sandrelli, maravillosa y popular actriz italiana a la que recuerdo de joven (debo ser tan mayor como ella).
Ayer confirmé que ver una buena película es un acto íntimo, algo así como leer un libro: no puede ser compartido. Con “La prima cosa bella” lloré mucho, y me hizo recordar aquellos tiempos en que iba a ver películas como terapia porque sabía previamente que iba a llorar. Sí, las pelis pueden provocar el derrame de los fluidos corporales que no pueden salir de otra manera, aunque para que ese fluir de agua salada se produzca no basta con el vídeo casero: no es lo mismo, no tiene nada que ver, ha de ser por el Zen absoluto que se produce entre la pantalla y el espectador, todo oscuro y en silencio solo los dos, los dos solos.
Y ahora, después de haberla visto como suelo hacer, leeré lo que han dicho de ella.

http://peliculas.labutaca.net/la-prima-cosa-bella

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