viernes, 1 de julio de 2011

Matías Verdeis nació en Lusitania

Calle típica de Aveiro engalanada por A festa de Sao Joao.
Foto por Adu, 26 de junio de 2011.

Portugal está en crisis desde que yo empecé a venir, allá por el año 2005, justo el mismo en el que adopté a Pepo. Por tanto, no se nota demasiado. Lusitania está en una eterna crisis, creo, desde antes de A revoluçao dos Cravos. Portugal y la crisis van siempre juntos, como Pepo y yo.
Despidiéndome estoy de estos años lusos, contenta porque mi inversión se amortizó en disfrute, que es la mejor forma de invertir.
Hoy casi me desmayo. Volvía exhausta de un pequeño paseo (voy a mi ritmo, muy cadencioso, qué más da, no hay prisa) y utilicé el ascensor, lo que no suelo hacer pues para subir a una segunda planta no me compensa la claustrofobia. Pero hoy, como digo, llegaba muy cansada. Me meto en la caja sube-personas y fsssssiuuuu… me quedo con la correa en la mano y Pepo allí abajo. La correa se estira hasta mi segundo piso y mis piernas temblando pensando que mi perrillo había muerto ahorcado. Homicidio involuntario, creo que se llama. Yo no estoy para emociones fuertes. Toco varios botones con miedo no lo vaya a estropear aún más. Apenas llego, vuelvo a dar al bajo, mis piernas temblando… Se abre la puerta y… ¿qué me encuentro? El collar de Pepo vacío, enganchado en el quicio de la puerta. Milagrosamente Pepo se ha escabullido de su collar y me contempla tranquilo y sonriente, sé que piensa “Adu va a volver, yo feliz” y mueve su rabito tan pachi. Repuesta del susto, he descansado un rato largo y en mis ratos de relax corporal suelen ocurrírseme cosas, mi coco no para. Esta vez ha dado para esto porque tenía, tenía que hacerlo, tenía que contar que estuvieron aquí María y JF, que nos reímos mucho, que mi ropa estaba llena de moho, que estoy contenta porque he cerrado un capítulo de mi vida y lo he cerrado bien y sobre todo:
HA NACIDO MATÍAS VERDEIS. Mi primera novela.
Tenía que contarlo.

TODO ESTO LO ESCRIBÍ EL 29 DE JUNIO PERO, DEBIDO A ¿LA CRISIS? NO ME HA SIDO POSIBLE “COLGARLO” HASTA HOY, YA EN ESPAÑA.

Mucha gente duda de mis dudas con las teclas, teléfonos y ordenadores. Yo misma dudo y ante las dudas, reivindico el derecho a dudar y hasta el derecho a negarse y recordar que hubo un tiempo no tan lejano en que vivíamos sin móviles y sin Internet. Respeto a los que se niegan a usarlos, en especial me uno al club de los que se niegan a estar localizables en todo momento y lugar.

1 comentario:

Donce dijo...

Jo, casi no tengo tiempo, pero... sabes qué?
Que leerte me alegra y me disipa!

bssss

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Disipar.
(Del lat. dissipāre).

1. tr. Esparcir y desvanecer las partes que forman por aglomeración un cuerpo. -El sol disipa las nieblas-