domingo, 5 de junio de 2011

CELTIC LEGEND

Ayer vi un espectáculo que me emocionó por varias razones. Se trata de una representación de música y danza celta, irlandesa en concreto, que ya había visto hace muchos años. La única referencia que he encontrado por el momento en la red es esta:

http://www.fineartsla.com/tag/celtic-legend

Fue mi primera "salida" en serio. Más de un año sin asistir a algo de este tipo; aguanté el idem, y muy bien. Primera causa de la emoción, grande.
Era en el antiguo teatro Calderón (hoy de nombre de una marca de helados) que se conserva intacto, en apariencia, en su interior. Segundo yuyu emotivo: ahí estaba yo con siete, ocho, nueve añitos bailando y mi familia, de espectadora. Entonces el teatro me parecía mucho más grande, percepción habitual: cuando somos niños todo nos parece más grande, es cuestión de escala. Me recuerdo en las entretelas, detrás del escenario y me recuerdo también en el escenario, con mi tutú rojo, con mi disfraz de fraile... vagos, lindos recuerdos.
Cinco músicos en directo, lo cual se agradece mucho, cinco excelentes jóvenes bailarines y siete bailarinas. Entre ellos crean un mágico y bellísimo cuadro en movimiento que es lo que es la Danza, siempre lo he sostenido: el ballet es una pintura, o una escultura, moviéndose, en vivo y con música. Nada menos.
Para concentrarse el ello, es imprescindible que el escenario sea tan solo un fondo y los trajes muy adecuados. La sencillez, que no simplicidad, es la clave de la elegancia.
Estos jóvenes y no tanto nos dejaron boqui-abiertos: por su torsos rígidos y sus piernas y brazos como culebras, por la naturalidad (aquí no es necesario el perfeccionismo del ballet clásico) con que exhiben su menudencia o su robustez, ni un gramo de grasa en ninguno, ellas siempre sonrientes, ellos más menudos, todos marcando sus pasos con un zapato-tilla que tiene punta y tacón, unas zapatilas rarísimas pero perfectas para bailar ese hermoso baile.
Ese hermoso baile recuerda algo al flamenco, aunque es más dulce, y también al ballet francés pero no es tan tan tan... tan fransé, oh lalá!
Maravilloso.
Me gustan los irlandeses, tengo ese prejuicio (y otros). Me recordó también, como no, a Irlanda y mi viaje a Dublín, a Joyce, a la fábrica-museo de cerveza, y también, por qué no decirlo, a mi hijo, que bien podría pasar por irlandés.

1 comentario:

cristal00k dijo...

Descubrí a Michael Flatley, allá por los años 90 y he asistido a cuantos espectáculos de los suyos he podido. Tanto como bailarín (una pena que ya se haya retirado...) como coreógrafo es excepcional.
te dejo un enlace en donde le verás bailar de unos de los primeros espectáculos que trajo a España "Lord of de dance" con más de 200 bailarines en pista y que disfruté en Barna totalmente boquiabierta (era la primera vez que los veía)
A veces, descarga un poco mal, pero si tienes paciencia lo dsifrutarás.

Un beso de una gallega de origen irlandés.
lord of the dance



P.D.: que lo disfrutes y pa otro ciclo, yo me pido uno destos pa los domingos y fiestas de guardar... jeje