Esta es la entrada número cien de este diario.
Creo que es la ocasión perfecta para volatilizarse, para escaparme como un gas, volar por la atmósfera, libre de bytes, cotillas, jáquers y de mímisma.
Dice FR que la cuarta humillación viene de la mano de los avances neurológicos y JG (mi hermano) que lo que dice FR carece de rigor. Yo siempre he pensado que la libertad no existe y ahora estoy dando vueltas a eso de que en realidad no existimos sino que tan solo PERCIBIMOS que existimos. Ante cosas tan profundas mis neuronas se resienten y me dan tentaciones muy grandes de tirar la toalla.
Tirar la toalla para tumbarme encima suyo, escuchando el runrun del mar al fondo y después tomar unas cañitas con tapa, emborracharme de pura tentación loca y renunciar a este mundo que además de no existir, es bastante molesto a veces. Claro, que unas carcajadas nos hacen olvidar todo esto, a ver si las fabrico.
2 comentarios:
Sí, vale, sí... todo esto está muy bien, pero ya estás tardando en volver!!
Pues mira, sí... esas carcajadas son de lo poco que vale la pena "percibir"
En fin! Mua!
Publicar un comentario